Nuestro espíritu: atender y dar respuesta a las necesidades integrales de la persona, desde la niñez hasta la ancianidad, para favorecer una vida en plenitud.
El origen: una buena idea del padre Peter Yang basada en el fundamento de la cultura tradicional china: vida y convivencia armoniosas en paz y en contacto con la naturaleza. Se remonta a la antigua leyenda china Taohuayuanji y a la obra-fuente de la sabiduría taoísta, el Taoteking.
Nuestro presente: Flor de Melocotón está adaptando su casa de convivencias en Altura (Castellón), con vocación de convertirse en el primer centro permanente de la familia del taichí-zen-cristiano, donde se practica un “orden del día” abierto a todos, con ejercicios de qigong al aire libre, tai-chi, respiración zen, tertulias y espiritualidad cristiana.
Nuestro horizonte: además del intercambio cultural entre Europa y China, nuestra intención es ofrecer acogida respetuosa a las personas mayores posibilitando su estancia autónoma y convivencial en un entorno natural, como respuesta necesaria a la demanda de una vida digna y feliz. Estimulamos también actividades integradoras familiares, desde el vínculo madre-hijo a la ancianidad.
Nuestro servicio: Inspirándonos en la Sagrada Familia de Nazaret y en la sabiduría natural taoísta, ofrecemos un arte de vivir basado en el cultivo del bienestar físico, psíquico y espiritual, la revalorización del cariñito familiar, el ánimo y la sonrisa.
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